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Teresa Trujillo nació el 4 de abril de 1937 en Montevideo, Uruguay. Después de estudiar música en el Conservatorio Kolischer, siendo adolescente comenzó a estudiar ballet con Tamara Grigorieva. Al descubrir a Elsa Vallarino integró su grupo Dalica y empezó a dedicarse de lleno a lo que sería su vida.
Teresa Trujillo nació el 4 de abril de 1937 en Montevideo, Uruguay. Después de estudiar música en el Conservatorio Kolischer, siendo adolescente comenzó a estudiar ballet con Tamara Grigorieva. Al descubrir a Elsa Vallarino integró su grupo Dalica y empezó a dedicarse de lleno a lo que sería su vida.
En 1962 fue a Nueva York en busca
de los grandes maestros de la danza moderna: Martha Graham, José Limón y otros.
En 1964 estaba ya en la Schola
Cantorum de París, donde completó su formación académica, y formó parte de la
compañía de Karin Waehner. Nació entonces la coreógrafa. Se vinculó con el
happening y puso en escena su emblemático Eryximaque. Consolidó su concepción
unificadora de todas las artes y su enfoque multidisciplinario, de
incorporación de la pintura, la escultura, la arquitectura, la música, el baile
y la actuación en un mismo hecho creativo.
Volvió a los escenarios uruguayos
en 1966 para ofrecer sus obras y para organizar Liquidación de una platea,
legendario happening que se transformó en ejemplo de exacerbación de la
censura.
Su regreso a París le permitió
vivir los sucesos de mayo de 1968, sumergiéndose en los espectáculos callejeros
y consolidando un camino de compromiso social para su creatividad.
En 1969 regresó otra vez a
Montevideo montando nuevos espectáculos, y en 1970 incorporó el humor como
respuesta política.
Partió en 1972 a un largo exilio
que la llevó a Argentina, Chile, Cuba, Venezuela y, finalmente, a España.
En su regreso definitivo a
Uruguay, en los años ochenta, además de seguir presentando sus creaciones, se
vinculó al teatro como asesora corporal, actriz y coreógrafa.
En los años noventa sumó a su
bagaje formativo la licenciatura en la Escuela Latinoamericana de Eutonía de
Buenos Aires y se volcó de lleno a la dirección teatral. Fue entonces activista
de movimientos que intentaron incorporar una óptica de género en la creación
escénica del Río de la Plata.
Fue docente de Sensibilización
Corporal en la Escuela Universitaria de Música entre 1989 y 2008, coordinó el
Plan Piloto 2003 -2005 para una licenciatura en danza contemporánea en la
Universidad.
Hasta 2011 continuó atendiendo su
propio estudio, impulsando técnicas de trabajo con el cuerpo para promoción de
la salud y optimización de la energía.
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